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" Nubenegra 18 Abril 2008
COSTA DE LA MUERTE.. Habitada en el megalítico y destacada por sus monumentos funerarios, fue defendida en amurallados castros hasta que la romanización acabó con este tipo de organización social. De sus habitantes, relatan los escritores romanos Estrabón y Plinio, se decía que eran de una sociedad bárbara, porque bebían agua en lugar de vino, consumían pan de bellotas, comían todos de un mismo plato sentados en bancos corridos y los hombres llevaban los cabellos largos como las mujeres. Pueblos de talante guerrero, que acabarían abocados al mar..donde yacen miles de almas que no tuvieron mejor destino. Es difícil encontrar marineros mas valientes, bravos y humanitarios, en una tierra esculpida a golpes de mar y oscuras leyendas…
Va dedicado mi escrito de hoy al RAZ SURF CAMP, y a su impulsor, Alejandro Vazquez, Alex, para los más cercanos. En uno de mis viajes con el MMST, tuve la suerte de conocer la escuela donde nuestro amigo descubre a cientos de chavales el mundo del surf. Yo tuve en mis tiempos mi propia escuela de windsurf, y doy fe de que esto, no es tan solo un negocio, sino el sacrificio por una pasión. Aquí, nuestro amigo ha de surfear olas políticas y temporales de desánimo que no dan tregua a nuestro veterano campeón. Sí Alex, campeón en la tenacidad y en el buen hacer. Rodeado de un magnífico equipo de profesionales, este surfero ha creado una escuela de prestigio y proyección. Si volviera a ser joven, no dudaría en pasar por este centro, donde se combinan el lado humano y deportivo con la sana diversión y el compañerismo. El Raz Surfcamp, ofrece todos los servicios de estancia y aprendizaje, tanto para nóveles como para perfeccionar a los más avanzados. Materiales, todo lo necesario… y olas a pie del complejo, en un lugar de indudable belleza. En fin, si quieres surfear y hacer amigos, no lo dudes, éste es tu campo elíseo. Nosotros nos veremos pronto, pues tenemos pendiente, como cada año, una cita con las olas y amigos del lugar.
Desde los picos del sur, saludos a nuestros vecinos bárbaros.
